Pensar profundamente es bueno. El resultado es el conocimiento de uno mismo y de la realidad que nos envuelve. Ideas más claras sobre lo que es lo que percibimos, nuestro entorno. Tranquilidad, menos sorpresas, menos sufrimiento. Mas fácil prever el futuro y prevenir.
Todo ello, para mi es un desahogo plasmarlo en el arte para intentar trasmitirlo, o no.
El que no piensa, el que solo lleva la frenética actividad, solo cree y se fía de los inputs que recibe a través de medios de comunicación, políticos o religiosos, normalmente, esta agitado, sin tranquilidad, poca felicidad, estable y permanente, emociones. Normalmente, se equivoca en la percepción del quienes le rodean, no prevée el futuro. Se producen sorpresas y más sufrimiento.
Tampoco hay que esperar mucho de nuestros pensamientos profundos, pero son muy positivos. Estamos en un mundo –una selva—muy, muy rara para nosotros. Observando el La Tierra, el Universo, como espectador, desde fuera, vemos un sin sentido, que no comprendemos. Quizás algún día lo llegaremos a comprender.
La evolución de las especies hace que nuestro cerebro y conciencia de uno mismo progrese, hoy, aceleradamente. El Universo siempre ha sido el mismo, pero el cerebro humano nunca lo ha percibido igual. Los primitivos y los vivientes de hace pocos siglos pensaban ser el centro del propio Universo, en La Tierra a cuyo alrededor rondaban todos los astros. Creencias y más creencias del hombre desesperado en este entorno sin sentido.
Es difícil llegar a comprender, incluso pensando mucho, de donde venimos al nacer, donde iremos al morir, o, si dejaremos de existir. Tampoco no se entiende cual es nuestra función en la Naturaleza y Universo.
Pero eso es así. Hay quien palía esta situación vital con creencias infundidas, pero solo hay que examinar la diversidad y la historia. Hay quienes dicen, ateos, que existe la evidencia probada que no existen otras dimensiones. No he llegado a conocer estas evidencias. Los que somos consciente de la extrema limitación de nuestros sentidos para percibir la realidad que nos envuelve y no tenemos ni idea de si existen, o no, otras dimensiones, si tras la muerte nos extinguimos o no. Nos llaman agnósticos.
Nuestros sentidos captan una minúscula parte de la realidad de la Naturaleza y Universo. Pero es bueno pensar y pensar. Intentar llegar a comprender lo que percibimos y rechazar las realidades con evidencias probadas científicamente, que nos infunden y se difunden. Importante conocer lo que hay, lo que nos rodea, aun sin comprenderlo.
…………..
Thinking deeply is good. The result is knowledge of oneself and of the reality that surrounds us. Clearer ideas about what we perceive, our environment. Peace of mind, fewer surprises, less suffering. It is easier to foresee the future and prevent.
All this, for me, is a relief to capture it in art to try to transmit it, or not.
The one who does not think, the one who only carries the frenetic activity, only believes and trusts the inputs he receives through the media, political or religious, normally, is agitated, without tranquility, little happiness, stable and permanent, emotions. Normally, he makes a mistake in the perception of those around him, he does not foresee the future. Surprises and more suffering occur.
We should not expect much from our deep thoughts either, but they are very positive. We’re in a world – a jungle – very, very strange for us. Observing the Earth, the Universe, as a spectator, from the outside, we see a nonsense, which we do not understand. Perhaps one day we will come to understand it.
The evolution of species causes our brain and self-awareness to progress, today, rapidly. The Universe has always been the same, but the human brain has never perceived it the same. The primitives and the living beings of a few centuries ago thought they were the center of the Universe itself, on the Earth around which all the stars roamed. Beliefs and more beliefs of the desperate man in this senseless environment.
It is difficult to understand, even by thinking a lot, where we come from at birth, where we will go when we die, or if we will cease to exist. Nor is it not understood what our function is in Nature and the Universe.
But that’s how it is. There are those who alleviate this vital situation with instilled beliefs, but one only has to examine diversity and history. There are those who say, atheists, that there is proven evidence that there are no other dimensions. I have not come to know this evidence. Those of us who are aware of the extreme limitation of our senses to perceive the reality that surrounds us and have no idea whether or not other dimensions exist, whether or not after death we become extinct or not, they call us agnostics.
Our senses capture a tiny part of the reality of Nature and the Universe. But it’s good to think and think. Trying to understand what we perceive and rejecting realities with scientifically proven evidence, which instills and spreads to us. It is important to know what is there, what surrounds us, even if we do not understand it.